Lorca y Granada
Desde Unión Flamenca queremos expresar nuestro desconcierto y determinación ante lo acontecido a partir del estreno del espectáculo “Jondo. del primer llanto, del primer beso”, que se alzó con el contrato “Lorca y Granada”, tras el recurso a la propuesta ganadora y unas alegaciones que desmontaron que la licitación pública que presenta la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, revela una serie de irregularidades y excesos que han suscitado reacciones adversas dentro del
sector del flamenco.
Ya en su momento, Unión Flamenca estuvo en contacto con dicha institución hablando y tratando el tema, del cual se consiguió un compromiso formado por dos propuestas muy concretas para la mejora en las futuras licitaciones, y que son:
1. La forma de licitar. La contratación debe poner el foco en los artistas y en todo el proceso e implicaciones que supone montar una producción desde sus inicios.
2. Los plazos. Estos han de tener en cuenta a los artistas y a todo el equipo humano que hay detrás de un espectáculo.
Teniendo en cuenta que nuestro principal objetivo es el de velar por los derechos de los ARTISTAS, consideramos de vital importancia recoger una serie de irregularidades que se han producido, o se están produciendo con objeto de mejorar esta profesión y que dicha situación no suceda más en próximas ediciones. Pero también nos parece importante ponerlo en conocimiento de la opinión pública y se tenga conciencia de todo el trabajo que nos queda por realizar, ya que si la primera
propuesta ganadora fue desestimada por supuestas irregularidades en el proyecto, no entendemos como se permiten, supuestas irregularidades en el proyecto que finalmente resulto ganador del concurso público.
Recogemos a continuación los hechos más relevantes, y que trataremos en la próxima reunión que tendremos en septiembre con la administración competente, con el único objetivo de mejorar nuestra profesión.
1. Los Plazos: Estos causaron un gran perjuicio al sector cultural: LOS ARTISTAS, verdaderos defensores de nuestra cultura.
2. Los Fondos: La exigencia de presentar unos fondos de 720.000euros, como ratificó un tribunal externo, a las empresas que concurran a tal licitación es antidemocrática porque excluye ipso facto a la mayoría de los creadores/as.
3. El Proyecto: La empresa que resultó finalmente ganadora, presentó un proyecto que difiere en un 75 % de la representación final. Este hecho incumple una de las cláusulas del contrato firmado con la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales. La propuesta presentada obtuvo su puntuación, utilizando nombres de artistas entre los que se encontraban premios nacionales, premios del Festival de Jerez, primeros bailarines del Ballet Flamenco de Andalucía y premios del Festival Cante de Las Minas, que no están en la propuesta final. De igual forma, el creador y director al que se le adjudicó el proyecto no dirige ni crea finalmente, firmando la dirección definitiva otro artista en su lugar. ¿Cómo es posible que una propuesta que se adjudica a un creador no sea finalmente dirigida por este? ¿El comité de expertos que ha valorado la propuesta inicial no tiene nada que decir al respecto?
4. Cambios de elenco:A día de hoy, algunos de los artistas que figuran en la ficha artística no están acudiendo a todas las representaciones, siendo sustituidos por otros que no aparecen en el programa, sin previo aviso al respetable.
Todo el proceso que se ha sucedido en esta accidentada licitación ha puesto de manifiesto lo desprotegidos y vulnerables que están los ARTISTAS flamencos, así como la falta de normativa y leyes culturales que atiendan las necesidades de los mismos, desde Unión Flamenca seguiremos luchando por conseguir un marco normativo que atienda a nuestras necesidades.
Enviamos todo nuestro apoyo y cariño a nuestros socios, compañeros y amigos, quienes esperamos que sean los últimos en sufrir daños y perjuicios de este tipo por cuestiones que están tan alejadas del arte, el flamenco y la cultura.
Recordamos que nuestro principal objetivo es UNIR la profesión, REGULAR sus derechos y REIVINDICAR un marco jurídico acorde con las singularidades propias de los artistas profesionales del flamenco.